dilluns, d’abril 30, 2012

"Bagaje" tendría que ser aceptado por la RAE



Caminamos, caminamos y parece que nos vamos alejando más y más del punto de partida.  Nos da la sensación que cada vez estan más lejos esos pensamientos que teníamos hace diez años, que cada vez se acumulan más personas nuevas, más casas diferentes, más lugares conocidos. Y que los conocidos de antaño se van difuminando en nuestra memoria.

Pero no sólo eso, sino que nos parece que con el paso del tiempo nos alejamos de nosotros mismos, de nuestro inicio, de lo que creíamos que era nuestro yo inamovible. "Yo no soy así", "yo nunca hubiera hecho eso" o "siempre he defendido esto otro". Porque en el fondo tenemos esa idea de que somos un alguien estático que creemos poder definir con cuatro sentencias de librillo de mesa de noche.

¿Es que no nos damos cuenta de que nunca ha existido un yo de estas características? ¿De que cuando "éramos" ese yo al que nos referimos ahora, a su vez nos estábamos remontando a otro yo más anterior? ¿De verdad creemos que todas las cosas nuevas con las que interaccionamos día a día no nos influyen, no nos cambian?

Estamos siendo permanentemente esculpidos por el flujo continuo de experiencias que nos suceden. No existe un yo como tal sino que sólo somos nuestro equipaje en la espalda moldeándose con las cosas que ocurren en el presente. Y que a su vez se van a añadir a ese equipaje en la espalda.

Y es gracioso porque de repente nos ocurre algo que nos hace creer que volvemos "a los inicios". A ese sitio del que nos habíamos alejado tanto, repudiándolo o simplemente olvidándolo, y después ahí estamos de nuevo. Esa persona que ya no querías más, ese plan de vida que un entonces deseabas, después aborreciste y criticaste hasta altas horas de la madrugada y que ahora te va rondando por la cabeza de nuevo. Ese lugar al que dejaste de ir por cualquier sinmotivo, porque era caro, porque el camarero era antipático, y ahora te da igual porque te gusta que conozca tu nombre. Y nos sorprendemos cuando eso ocurre, nos quedamos ensimismados con la idea del volver al inicio.


Para mí, nada más lejos de la realidad: no hay inicio, hay recuerdo de él; es un recuerdo de un momento puntual en nuestra vida, una foto de qué llevábamos en la espalda en ese instante y qué estaba a punto de moldearnos. Entonces eso nos moldeó y se cargó en nuestra espalda a la espera de cosas nuevas... pero ahí permanece. 


Mirar qué llevas en la mochila siempre es una buena idea cuando viajas.


Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada